21/6/09

I will, I’m going to, I shall

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Although some people believe in there is no future (even there is no past) –only the present is the only time we can trust—, languages have their own way to show when the present is, when the past was, and when the future will be.

In English, there are three future forms; it depends on the level of politeness of the speech, the intention of the speech and another things of the like. So we have:

  • Will + infinitive and going to + infinitive

A very small difference:

“Will you / Are you going to go to the library tomorrow?”

Will is preferred in formal written English; going to is better for spoken English, usually going to = gonna.

  • When we have some evidence for something in the future we use going to rather than will.

“I’m going to move next month”

  • If our prediction is not of the kind shown above, we use will instead of going to.

“Mary will be pleased if you come back soon.”

  • For intentions that were made before the current speech time, we prefer going to.

“She told me she’s going to buy a new car next week.”

  • In formal speech, and decisions made at the moment of the speech, we use will.

“The performance will commence in three minutes.”

“Somebody’s knocking. I’ll go to open the door.”

  • We use shall with the first person (singular/plural) in future statements, although it is more common to use will. Nevertheless, there is a common use of shall in proposals (suggestions).

“Shall we have a coffe?”

“Shall we go to the cinema?”

But not, “shall we marry next month?”

 

I’ll see you at the next post.

14/6/09

Liberté, égalité, fraternité

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Libertad, igualdad y fraternidad. Tres palabras que conmovieron a un país y al resto del universo, mundo o planeta –como prefiráis— occidental. Tres palabras que llevarían a la población francesa y al resto de sus vecinos a una convivencia en armonía, en paz y en tranquilidad. Tres palabras que proclamarían el respeto como el líder de un pueblo. Tres palabras que cambiaron la forma de gobierno de un estado. Claro que, si recordamos con exactitud lo que en verdad trajeron consigo esas tres palabras, de lo escrito en las líneas anteriores podríamos quedarnos con “conmovieron” y “cambiaron”, pues estaréis de acuerdo conmigo en que el indiscriminado uso que se dio a la guillotina para promover el cambio de régimen, y para que la libertad, la igualdad y la fraternidad “republicanasen” (ya que si dijera “reinasen” podría ser interpretado como un chiste de humor negro) el país que descansa en la cordillera pirenaica, no pertenece (tal uso) ni por asomo a un modelo de convivencia, mucho menos de armonía, muchísimo menos de paz e infinitamente menos de tranquilidad; que en aquel entonces recibió un corte de pelo a cargo del erario público hasta el apuntador. ¡Ay, cuando escuchamos aquello de “por la libertad, por la igualdad, por la fraternidad”!

Ha pasado mucho tiempo desde aquellos días, y múltiples han sido los avances tecnológicos desde aquel invento de filo implacable que hasta su propio creador tuvo la desgracia de experimentar en su propia nuca; mas tengo la sensación de que pocos fueron aquellos (los avances) que hemos tenido ocasión de ver en lo que a las humanidades se refiere. Y si los hubo, manos negras se han encargado de anularlos y, si no, silenciarlos. El equilibrio necesita de una pareja evolución de la tecnología y el humanismo.

Una nueva propuesta académica entra en el círculo académico (valga la redundancia)  en forma de solución: la Licenciatura en Igualdad. ¡Oh, disculpad! Grado en Igualdad, para no cambiar la receta de la salsa (y no precisamente boloñesa) que se está cociendo (pues más que cocinar, cuecen) en Bolonia.

¡Ya estoy tranquilo! Dentro de cuatro años tendremos revoloteando por nuestros pueblos y ciudades millares de grados y de “gradas” –el Diccionario de la Lengua no tendrá más remedio que añadir una nueva acepción a la palabra grada— (porque ya no se podrá decir licenciados) en igualdad, velando porque ésta se cumpla. Y digo yo, ¿bajo qué criterios?

Desde niño siempre me ha fascinado la naturaleza; de hecho pensé en convertirme en uno de los primeros biólogos marinos de este bendito país. El destino escogió otros estudios para mí, pero no me quitó el interés por los ensayos y publicaciones de divulgación científica. Menos aún por la observación. Y si somos conscientes de lo que nos rodea, y del universo en el que vivimos durante una corta estancia (en estas tres más una dimensiones) comprenderemos que la naturaleza no basa su existencia en la igualdad; sí en la simetría, pero cuidado, no una simetría especular (que también, pero extendernos en ello sería ir más allá de las pretensiones de estas palabras), sino, por ejemplo, una simetría fractal; sea como fuere, el hecho es que la naturaleza necesita de la diversidad para su existencia. Y en la diversidad, el orden, sí, el orden. Pero no, para una clase dominante en concreto este principio descuadra sus objetivos. Y persigue así la demagogia en la tergiversación de la igualdad, con el único fin de crear una masa de seres vivos, manipulables a su antojo, que al principio fueron humanos, pero que con el paso de los años perdieron su condición como tales para involucionar en autómatas con base de carbono. Estas últimas palabras que más bien pertenecerían a una novela de ciencia ficción pueden ser un posible destino de nuestra raza si los que estamos despiertos no conseguimos despertar a los durmientes.

Algunos diréis: “¡Vaya, pues sí que estás pesimista hoy domingo!”; otros diréis: “¡Desde luego, tienen razón esos que dicen que los domingos son muy tontos!”. Algunos dirán: “¡Pero hay tan pocos que se dan cuenta…!” Entre los que sí están despiertos, aparte del que subscribe estas palabras, es Arturo Pérez-Reverte, y son sus líneas publicadas en el “XL Semanal” quienes me han servido como espoleta para encender el ordenador y escribir las mías, que espero se añadan, no sin demostrar su humildad frente a las del genial escritor, a la contracorriente del despertar. ¡Ay, “si no fuera tan triste. Y tan grave”! (parte entrecomillada de Arturo Pérez-Reverte, XL Semanal, nº 1.129).

9/5/09

Conducción responsable

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Un sábado por la tarde como todos los sábados por la tarde. Después de comer, unos minutos de descanso, quizás en duermevela, dirigidos por los efectos de una menta poleo caliente que sorbo a sorbo pasó de la taza al cuerpo. Después, un pequeño paseo, en coche, hasta llegar a la cafetería de costumbre, donde, acompañado de un buen libro, despejo las ensoñaciones de la tarde con un café caliente.

Las palabras reflejan paz y sosiego. Demasiado bucólico. Falta algún adjetivo que modifique la paz y el sosiego para dejar un sabor de boca con regusto ácido. El adjetivo, es un hecho. Cojo el coche, esta vez, de regreso a casa. Todo parece ir bien. Poco tráfico, que donde vivo, una pequeña y hermosa isla, es costumbre a estas horas y en un día como el de hoy. Comienza la acidez: se acerca una placa que dice, “STOP”. Una señal clara donde las haya, octogonal, ni triangular ni circular. La única en su forma. Fijaos en que existen muchas circulares y varias triangulares, incluso rectangulares, pero sólo una es octogonal. ¿Un capricho de la norma? No. Tiene su explicación. Es una señal tan importante, que se diseñó así para que en caso de que algo la cubriese, como una nevada, por ejemplo, se pudiera atisbar que ante lo que estamos es un “STOP”. Recuerdo que mi profesor de teoría en la autoescuela nos decía que saltarse esta señal  era motivo para quitar de por vida la licencia de conducir. Y no le faltaba razón. Un “STOP” hay que hacerlo SIEMPRE. “Pero si es que no venía nadie…”. No, señor mío, no. Si hay un “STOP”, usted tiene que detener su vehículo, y una vez se ha asegurado de que no viene ningún automóvil tanto por su derecha como por su izquierda, entonces, sólo entonces vuelva usted a reiniciar su marcha. En el caso en que tengamos delante a otros vehículos, y cuando estos hayan abandonado el “STOP”, al llegar a la señal o donde se tenga que parar para asegurar una buena visibilidad, pararemos, detendremos nuestro vehículo, y retomaremos nuestra marcha cuando nos lo permita la circulación. Lamentablemente, “STOP” no significa lo mismo para todos.

El sabor acre me lo ha proporcionado un analfabeto de la conducción (quizás, y con toda seguridad por su posterior comportamiento, analfabeto funcional). Un “STOP”. Detengo mi vehículo. Me aseguro que puedo continuar mi marcha. Continuo. Quien me seguía –el analfabeto de la conducción—, no se detiene, no hace el “STOP”, y además, acelera, con lo que casi consigue colisionar por alcance. Llega una segunda oportunidad. Un nuevo “STOP”. Mismo comportamiento por mi parte, mismos rebuznos y aceleraciones por la suya, con el consiguiente riesgo de colisión. Para demostrar lo “macho”que es el “hombre”, me adelanta, y claro, frena bruscamente para que me percate de lo burro que es –cosa que no hacía falta, saltarse un “STOP” ya es buen indicador de tal esencia o estado, y con perdón del équido. Aún así, no tuvo bastante nuestro eslabón perdido—con perdón de nuestros antepasados—, y tenía tanta prisa nuestro “experto” conductor que condujo lentamente, frenando esta vez sí y la otra también –las prisas, mire usted por dónde, se habían esfumado—,  en una carretera en la que, además, es peligrosa la práctica del adelantamiento. Lástima que en ese preciso instante no estuviera la Guardia Civil en uno de sus controles rutinarios. Como este personaje puedo contar cientos, si no miles.

Vivimos tiempos difíciles, de crisis, como decimos todos ahora y antes algunos la negaban. La conducción es un reflejo de nuestra forma de ser. Y estos comportamientos no hacen más que proyectar la decadencia en la que ha entrado nuestra sociedad. No tengo un sabor ácido en la boca por este “ser”, suma de carne, huesos, vísceras, líquidos y dos ojos. Me queda un mal sabor de boca por experimentar día a día el declive de nuestra civilización a través de escenas como ésta, comportamientos como esos. Gracias a Dios todavía quedan personas que pueden ser llamadas como tales, y que son las que te animan a seguir trabajando por esta sociedad simplemente correspondiendo a la misma con respeto y trabajo. Es una lástima que algunos, o muchos, más bien creo que muchos, piensen que “como Dios probablemente no exista” pues… ¡Qué Diablos (nunca mejor utilizada esta expresión)!, a hacer lo que nos plazca. Ignorantes que sin saberlo son esbirros del Caos. Pues, mis queridos amigos, sabed que aquel que vaya en contra del Orden Divino –expresión que no tiene nada que ver con ninguna religión—va en su propia contra; y si no tiene capacidad para corregir su rumbo llegará un momento, desde luego inesperado, en que la vida le mostrará el rumbo a seguir con el mismo sabor acre que dejó en todos aquellos que sí respetamos un “STOP”.

P.D.

Olvidé mencionar a todos aquellos amantes de inundar nuestros pabellones auditivos con sus mira-qué-equipo-de-música-más-hortera-imposible-y-ruidoso-no-faltaría-más he instalado en mi vehículo. Y por si aún no fuera bastante, y en su afán por fastidiar, incordiar, molestar y proclamar a los cuatro vientos lo palurdo que se puede llegar a ser, dejan los motores de sus vehículos encendidos cuando aparcan, aumentando así su contribución a la contaminación acústica y consiguiendo ser partícipes en cualquier clase de contaminación medioambiental en la que podamos pensar.

Estamos en crisis porque la sociedad está en crisis. La pena es que la humanidad está tan ciega que sólo una gran catástrofe podrá ser la puerta hacia un nuevo paradigma. Aún estamos a tiempo para conseguir un cambio amable si seguimos un comportamiento cívico. Y una excelente manera de lograrlo es aplicarlo cada vez que entremos en nuestros vehículos y los pongamos en marcha.

12/4/09

Escribir una entrada

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Abrir una cuenta en un servidor que ofrezca la posibilidad de tener un “blog” en el que poder contar nuestras aficiones, expresar nuestros pensamientos de forma escrita, compartir nuestro día a día con el resto del mundo conectado a la “World Wide Web”, es algo bien sencillo, y que conocéis todos los que tenéis abierta una cuenta, por ejemplo, en “Blogger” (sobra decir que existen más servidores que proporcionan servicios similares, pero permitidme que haga ejemplo de aquél que me permite publicar estas palabras).

Escribir una entrada, sobre todo si ésta se extralimita de los formatos clásicos de líneas y párrafos, es tarea ya algo más complicada, no sólo por el esfuerzo creativo, sino por darle a la misma la apariencia final deseada. Aquí os hablaré del método que he utilizado desde mi primera entrada, o “post”.

¿Qué hacemos cuando queremos escribir un documento? Recurrir a un paquete de ofimática; los hay de pago y gratuitos (en línea), para cualquier procesador y soporte. Y es que no hay nada más cómodo que un buen procesador de textos, a no ser que aún pertenezcamos a ese grupo de incondicionales de la pluma y el tintero, o del humilde bolígrafo de usar y tirar. Ni con la pluma ni el tintero, ni con el humilde bolígrafo podremos publicar nuestros partos mentales en cualquier servidor, por muy grande que sea el empeño. Pero sí con algo parecido a un procesador de textos, uno capaz de reconocer la plantilla de nuestro “blog” y de ponerse en contacto con él cuando sea preciso. Puesto que el sistema operativo de mi unidad es Windows Vista me decidí, desde un primer momento, por el paquete Windows Live.

Windows Live ofrece una amplia oferta de soluciones prácticas para nuestro trabajo diario tanto en “on line” como en “off line”. El que ahora es objeto de nuestro interés es uno de los programas que vienen en ese conjunto, Windows Live Writer. Con esta utilidad podremos crear nuestras entradas sin preocuparnos de las molestas directivas y etiquetas que dan formato a los textos en el lenguaje “HTML”. Windows Live Writer lo hará por nosotros. Y su uso es completamente intuitivo, ya que funciona al igual que cualquier procesador de textos, eso sí, con ciertas limitaciones. Con el citado programa podremos, entre otras acciones:

  1. Crear nuestras entradas.
  2. Editar las mismas (conservando la misma fecha de creación).
  3. Editar el formato.
  4. Obtener una vista previa.
  5. Asignar categorías y etiquetas.

Windows Live Writer actualizará cada cierto tiempo sus datos con el servidor de nuestro “blog”, si bien podremos hacerlo cuando queramos (es decir, cada vez que modifiquemos nuestra plantilla, recomiendo que actualicemos el programa). Y si guardamos las entradas, tendremos así una copia de seguridad de las mismas en nuestro equipo, dándonos así la oportunidad de editarlas y actualizarlas, conservando su fecha de publicación y posición en el “blog”.

No es ésta una entrada publicitaria; es una entrada consejera, puesto que otros “blogs”, concretamente en los comentarios, es frecuente encontrarse con consultas de cómo conseguir que aparezca esta línea de tal o cual manera, o la mejor manera de publicar entradas con código “HTML”, cosa que se nos simplifica con editores de “blogs” de este tipo.

9/4/09

La “Nada”, el “Todo” y algo de respeto

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La primera, femenina; el segundo, masculino –al menos dentro de nuestro sistema lingüístico—. Aun prescindiendo del género, Nada y Todo, Todo y Nada son antónimos con base en un universo dual, el nuestro. La dualidad es cárcel y libertad; dependerá de nuestro enfoque, de nuestras creencias, del entorno en que nos desarrollamos y del cual en el que vivimos, el que seamos mandatarios o esclavos en un sistema de contrarios.

El arquetipo numeral en occidente tiene base diez. Diez son los elementos con los que calculamos y predecimos. Y al combinarlos, el lugar ocupado por cada uno de los formantes de la expresión final es significativo. Porque es así podemos reducir nuestros diez protagonistas a únicamente dos, el 0 y el 1. Consciencia en base diez, inconsciencia en base dos. Somos duales.

Un universo dual. Si esta es nuestra realidad, la diversidad se resume en la suma de elementos opuestos. La contradicción, el antagonismo, he aquí el germen de nuestra existencia.

Uno más uno son dos. Uno más cero es uno. Cero más uno es uno. Si a “uno” le agrego “algo” que hace que sea el mismo “uno” el resultado, entonces, ¿qué es el “cero”, sino “nada”? Demos la vuelta a las sentencias anteriores, y tendremos que: Dos es uno más uno; uno es uno más cero; uno es cero más uno. ¿Es realmente igual decir lo primero que lo segundo? ¿No tiene acaso, el “cero”, un valor añadido en las expresiones reformuladas? “Cero más uno es uno”, el “cero” se diluye, deja de existir; sin embargo, en “uno es uno más cero”, el “cero” es parte constitutiva de la unidad. ¿Es esto un juego lingüístico o la demostración palpable de que la “Nada” forma parte del “Todo”, y de que el “Todo” necesita de la “Nada” para su propia existencia?

A lo largo de las culturas y formas de pensamiento, la determinación del “Ser” y del “No-Ser” ha sido piedra angular en la creación filosófica. Clave de la filosofía que ha pasado a la física teórica y cuántica, pues, y en tosco resumen, los experimentos llevados a cabo en ciclotrones no persiguen más que alcanzar el conocimiento que nos ilumine sobre la existencia de la “Nada”, el origen, y quizás, el final. Hablamos de “Ser” y de “No-Ser”. Si existe una línea –que no tiene por qué ser bidimensional, digamos mejor, n-dimensional— que divida el “Ser” del “No-Ser” entonces el “No-Ser” es otra forma de “Ser”, aunque lo citado pueda parecer un oxímoron. Llegaremos a un equilibrio de la conciencia cuando atisbemos que el “Ser” y el “No-Ser” no son dos caras de la misma moneda, sino la moneda en sí, es la “Moneda” y la “No-moneda” los que hacen que exista en nosotros la percepción del objeto en sí.

La Semana Santa es el final de un ciclo que se repite año tras año. El Maestro Jesús sacrifica su vida encarnada para sacar de la ilusión a los “hombres de buena voluntad”, los de “querer conocer y saber”, y mostrarles la realidad de la existencia mediante la resurrección. Del “Todo” a la “Nada”, y de la “Nada” al “Todo”. El sacrificio no es más que un símbolo de la transformación del “Ser” en el “No-Ser”. Un arquetipo, un paradigma, un modelo, a través del cual enseñarnos, y reconfortarnos por las pesadas cargas que hemos de superar en esta ilusión que denominamos vida.

Días llenos de significado y simbolismo; religioso para unos, metafísico para otros. De disfrute y sosiego para una gran mayoría. Pero días de respeto, y reflexión, sin duda. Son palabras estas, las mías, sin contenido religioso alguno; sí llenas de reflexión, y de respeto. Y este último, que tendría que ser el primero, hace nula presencia en contados –muy contados, afortunadamente— medios de comunicación, que utilizan el fervor, las creencias y la pasión transcendentes de muchos en dianas de sus mofas y befas de mal gusto. La ausencia de respeto es el vehículo de sus críticas. Periodistas –en el que caso en que lo sean—de la palabra fácil y del burladero. Periodistas de la cobardía, que apuntan sus cizañas contra aquellos que no devolverán el ataque en forma de modelo vestido de TNT.

Regresemos al principio. Entonces, hemos vuelto al “Todo”. Quizás, a la “Nada”. “Todo” y “Nada” serán interpretados de diferentes formas según el origen y la cultura. Pero el “Todo” de allí o de aquí, y la “Nada” de aquí o de allí, podrán de nuevo ser dos y uno siempre y cuando el respeto sea el tercer eslabón de la trinidad.

7/4/09

English at your own pace

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This new section aims to help those students of the English language who are fed up with those boring ways of learning based on voluminous grammar books and publications of the like.

I will try to rewrite them in a no-so-formal-way-of-telling-someone-that-that-part-of-the-English-language-is-for-this-and-for-that. Maybe I will make some mistakes; I think I will for sure. Do not punish or punch me if I do, but look up the right form in a good dictionary or grammar book.

¿Reasons? A good one would be that I like teaching; and the best one: I am involved in the E-Learning world; nowadays teaching and learning are changing their ways to get their tasks, mainly to free time and locations. No everyone is in their 18s to take up a new degree. Many people around the whole world are thirty, forty, fifty… “etcsome” years old, and obviously they normally have no time to spend at a university. So, the only way left to study is at a distance, and one of the best way to do that is through Internet, that is to say, E-Learning.

So, welcome everyone to this brand new section. Every now and then I will post some words on it. Enjoy it!

4/4/09

El fonema /k/ y sus grafías “k”, “qu” y “c”

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Parece que existe una tendencia a la simplificación; la economía del idioma (aparte de la monetaria) es norma, o más bien, se hace norma, y así nos vemos invadidos por publicidad repleta de extranjerismos y de grafemas extraños –hasta yo mismo dudo en innumerables ocasiones debido a la proliferación de los mismos—.

Lo que ya no es de recibo, y menos aún objeto de disculpa, es el uso indiscriminado de grafías que no se corresponden en absoluto con las normas propias de la ortografía española; véase, por ejemplo, el desplazamiento de la c por la k, o de la suma qu por también esta última, la k, cuando existe la coincidencia fonética. La letra k se convierte así en lema de una revolución de masas que bogan por el analfabetismo y la incultura. “Sed iletrados, y seréis fácilmente manipulables”, dijo la K.

Pero que *koncierto, *quelvin y *keso suenen igual que sus correctas kelvin, queso y concierto, no significa que podamos convertir el desconcierto sonoro en uno gráfico. Así que recordemos que:

  1. Delante de las vocales a, o, u, siempre, siempre, c: cabestro, cabezada.
  2. Delante de las vocales e, i, siempre, siempre qu: querer, quintil.
  3. Final de sílaba o palabra, siempre, siempre c: acción, actitud, coñac.
  4. Si dudamos entre –c—y –cc—recordemos, investiguemos, si en la familia de esa palabra existe alguna con –ct—; si así es, entonces es –cc—, como en: acto > acción, dictar > dicción.
  5. Y nuestra K. Que no es dictadora ni manipuladora, sino una letra más, que escribiremos en palabras de origen extranjero en las que se ha respetado la grafía de origen; la Real Academia de la Lengua Española ya admite que muchas de estas palabras puedan escribirse según nuestras c o qu; así: kilogramo/quilogramo, kilómetro/quilómetro.

La letra k es un elemento más de nuestro sistema lingüístico; no hagamos de él algo que no es. En el concierto está el equilibrio. Y tengamos siempre presente que un sistema desequilibrado puede transmitir su entropía desbocada a otros.

3/4/09

Jugando con los anchos

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Como veis he cambiado la leyenda correspondiente a los comentarios publicados que tras cada “post” suele haber por un icono con el número de los mismos, modelo que además he utilizado para designar a los comentaristas visitantes, es decir, vosotros.

Por esto de los bloques, los anchos, altos, "margins” y “paddings”, “Mozilla Firefox” e “IE” casi se hace tarea imposible acomodar distancias, numerología e iconografía.

La solución más simple que he encontrado ha sido modificar los anchos totales del “blog”, que por otra parte he descubierto que incluso queda más diáfano.

Mi consejo; si decidís realizar tal cambio, probablemente tendréis que hacer lo mismo con los anchos que definen vuestra plantilla.

2/4/09

Cambiar el estilo de nuestros “links”

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Como ya sabréis, los “links” vienen definidos en las primeras líneas de código, en la pseudoclase “a”, de esta forma: “a:link/visited/hover/active {propiedad:valor;}”; quedan así de esta manera definidos los estilos para todo nuestro “blog”.

Ahora bien, puede ocurrir –como es el caso de este “menda lerenda”—que queramos modificar el estilo de ciertos vínculos  por razones de diseño; el asunto es sencillo, pero debemos tener cuidado en la escritura del código.

En primer lugar tendremos que decidir la clase donde estarán los vínculos que queramos modificar; llamémosla, por ejemplo, “enlaces” –en mi caso concreto, fue en “.comment-link” donde tuve que realizar las modificaciones oportunas.

Y ahora, el quid de la cuestión:

  1. Crearemos las siguientes clases:
    1. enlaces:link {propiedad1:valor1;… propiedadn:valorn;}
    2. enlaces:visited {ídem}
    3. enlaces:hover {ídem}
  2. Nuestra clase “enlaces” estará precedida por “#” o por “.”, dependiendo de si queremos asignarla a un elemento o a varios –también seguiremos la sintaxis de la clase a modificar, es decir, si era “#” o “.” por los que venía definida anteriormente.
  3. Colocamos la lista de “1.” debajo de la clase a modificar.

Siguiendo esta estructura tendríamos que conseguir nuestros propósitos.

Otros diseñadores apuntan a esta sintaxis:

  • “enlaces a:link {propiedad:valor;}”;

en principio esta sintaxis tendría que dar el mismo resultado que la anterior (el literal dentro de las comillas); personalmente la he probado, y no funciona con ciertos navegadores, entre ellos “Mozilla Firefox”. Las sentencias que os escribo al principio al menos funcionan en este navegador y en “IE”.

Una referencia a la entrada anterior. A ver si aparece ese “ángel” que me aclare cómo poder modificar el botón y los “tooltips” del buscador que puede instalarse desde los “widgets” que hay en “Elementos de página”; añado además el conseguir cambio de color en los textos mostrados en el evento “hover”. Comentarios, por favor.

1/4/09

Selectores “ID”

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Esta entrada, aunque breve y probablemente de escasa información para los avezados en “CSS”, contiene un concepto fundamental a la hora de crear nuestras hojas de estilo o modificar la plantilla que en su día escogimos como plataforma base para nuestro “blog”: los selectores “ID”.

En el diseño de nuestro código es conveniente separar –y así seguimos la norma—el código “HTML” y el correspondiente a las hojas de estilo “CSS”. ¿Por qué razón? Pues porque, en primer lugar, nos será más sencillo manipular el resultado final de nuestro “blog”; por supuesto esta afirmación se extiende a las más que seguras modificaciones posteriores; y en segundo lugar, para ayudar a que nuestro “blog” sea lo más accesible a cualquier tipo de terminal, incluso navegador.

Para lograrlo, es tarea imprescindible comprender tal concepto, pues una vez dominados nos será muy sencillo incluir cualquier tipo de elemento en nuestro “HTML” y posteriormente cómodamente editado a través de nuestra hoja u hojas de estilos. Pensemos en los “ID” como elementos “bloque”, que podemos colocar a nuestro antojo allí dónde queramos. Usémoslos pues, primero como tales. Una vez definidas las acciones y posición del mismo, es el momento de diseñar nuestra hoja de estilos. Así, si definimos un “ID” como por ejemplo, <… id= ‘mielemento’…> lo llamaremos para su diseño en nuestra hoja de estilos como #mielemento.  Sólo podemos usarlo una vez en nuestro documento. ¡Y mucho cuidado con los caracteres empleados!, pues sólo pueden estar formados por letras, números y guiones. Siempre comenzarán por una letra, y un apunte más: aunque no estoy del todo seguro, aconsejo que no se utilice, por ejemplo, #MiElemento como #mielemento, y viceversa. Es importante conservar la sintaxis; después de todo, estamos construyendo en una “web semántica”.

Este consejo podréis encontrarlo en cualquier publicación sobre “CSS”. En mi caso particular, mis fuentes son “Diseño web con CSS”, de Ralph G. Schulz y “CSS”, de Xavier Colomés Fornós; el primero de Marcombo, y el segundo, de Anaya.

30/3/09

Evento “rollover” válido en “IE” y “Firefox”

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Los que hayáis visitado mi “blog”, que como siempre digo, vuestro “blog”, habréis notado una leve evolución en los archivos animados, pasando éstos a inanimados, para después, algunos de ellos pasarlos a “inanimados del todo”. Dentro de breves palabras entenderéis este juego de ídem.

En mi anterior entrada comenté que una buena solución para alojar nuestras imágenes es utilizar el propio alojamiento de “Blogger”, Picasa. Los motivos los encontraréis en ella. Debido a ello, y como este alojamiento “aún no se lleva bien” con los archivos animados, decidí cambiar éstos por otros, mostrando en la medida de lo posible respectivos eventos “rollover”. Mira tú por dónde que en el hipervínculo precedente se encuentra la solución.

Como buen autodidacta que soy –al fin y al cabo, obtuve mi segunda carrera a través de una de las más prestigiosas universidades a distancia, la U.N.E.D.—, decidí ponerme a investigar la mejor manera de conseguir tal efecto con un claro y sencillo “script”. Fácil. “OnMouseOver”, “OnMouseOut”, una “img” por aquí, una “src” por allí, etiquetamos con “a”, una precarga con otro sencillo “script”, y listo. Terminado. Pues no. Ahora vas a ver como queda tu “blog” en “IE” y… ¿qué pasa"? Pues, sencillamente, que no pasa nada. Nada de nada. Tu trabajado y bonito “rollover” invisible para todos aquellos que sean fieles a Bill Gates.

Como podréis leer en otra entrada, veréis que he decidido hacer que este “blog” sea lo más transparente posible, por lo menos para los dos navegadores más difundidos, “Mozilla Firefox” e “IE”. Ignoro cómo se verá en los demás navegadores; entre otras cosas, porque creo que es suficiente para mi trabajo el uso de los citados. No obstante, admitiré sugerencias en todos los sentidos.

Bien, entre los libros que tengo abiertos, uno de ellos, en concreto, sobre diseño “web” con “CSS” –precisamente así reza su título, siendo su autor Ralph G. Schulz—, aconseja, casi en todas sus páginas, ser claro a la hora de escribir nuestro código, fiel a la norma, y siempre pensando en que no todos navegan con los mismos remos y timón. Me parecen unas excelentes directrices (la retórica, es mía).

En ese mismo volumen se observa que esta clase de eventos generalmente no son bien interpretados por “IE”, bien por el lenguaje Java, bien por la “URL” que asignemos a nuestra imagen (ha de ser relativa, si seguimos en el empeño). Pero si conseguimos el objetivo a través de “HTML” y “CSS”, lograremos el éxito. Y es verdad.

Volved al enlace “rollover”; fijaros en lo que dice la enciclopedia “Wikipedia” al respecto. Ahí tenemos la solución. Existe otro interesante “blog” donde se nos aclara aún más el procedimiento, Uninstallme; si con ello no fuera suficiente, tomad nota (puesto que imagino que querréis poner vuestro “rollover” como un “widget”, por ejemplo, en la “sidebar”, el tutorial irá en ese camino):

  1. Creamos primero nuestras imágenes en formato, por ejemplo, “.png”
  2. Con las dos imágenes (ambas iguales tanto en su ancho como en su alto) vamos a crear otra, que conservará el ancho, pero que observará una altura que será la suma de las dos, es decir, doble; así tendréis una nueva imagen formada por las otras dos, una “encima de la otra”, siendo la superior nuestra imagen “mouseout”, y la inferior, nuestra “mouseover”.
  3. Los pasos 1 y 2 son fáciles de conseguir con un programa de edición que trabaje con capas (modificando el lienzo).
  4. Subimos nuestra imagen “doble” a nuestro servidor habitual, y copiamos su “URL”.
  5. Diseñamos la parte “CSS”, formada por un selector de clase, “span.nombrequequeramos”, y por “span.nombrequequeramos a:hover”; es importante no omitir el selector de etiqueta “a” (que podría hacerse), puesto que si lo hiciésemos “IE” no interpretaría correctamente nuestro código. El porqué de “span”: estamos apuntando al contenido del bloque.
  6. Los atributos ancho y alto corresponden al ancho y alto de cada imagen de las que componen nuestra imagen final; por tanto, el valor de “width” será el ancho de una de las imágenes (ambas tienen el mismo); el valor de “height” será la altura de una de las imágenes previas (ambas también con el mismo valor), no la de la imagen final (la suma de ambas).
  7. En “hover” veréis que el “top” es el alto pero en negativo; así se consigue superponer la imagen “de abajo” con la “de arriba” –que en realidad ya no son dos, sino una—,  logrando el evento. En realidad no es una “superposición”, sino que desplazamos hacia arriba nuestra imagen “1+1”.
  8. Mantened los valores de “display” y “position”; son artimañas pensadas para que IE nos responda como queremos.
  9. Y el código “CSS” así formado será:
    1. span.nombrequequeramos {
    2.     width:XXpx;
    3.     height:YYpx;
    4.    overflow:hidden; /*al menos “IE8” lo lee; el valor “hidden” puede dar problemas con alguna versión anterior de “IE” */
    5.     display:block;
    6.     position:relative;
    7. }
    8. span.nombrequequeramos a:hover {
    9.     top:-YYpx;
    10.     position:relative;
    11. }
  10. Ahora el código “HTML”:
    1. <span class=’nombrequequeramos’>
    2. <a href=’url de nuestro enlace’>
    3. <img src=’nuestraimagen’ alt=’’ title=’’ border=’’>
    4. </img></a></span>

Os aconsejo poner “title” en la etiqueta “img”, para que “IE” muestre correctamente nuestras leyendas (sino el resultado sería que “IE” presentaría el valor de “alt”). El código “HTML” lo pondremos en “widgets HTML/Java”; el código “CSS” donde queramos, siempre antes de “]]></b:skin>”.

Con este sistema, no hace falta precargar imágenes, puesto que sólo subimos una. Y además, seguimos la norma de edición y diseño de códigos. Ahorramos espacio y tiempo de carga. Un método fácil, económico y elegante. Por cierto, agradeced a “Wikipedia” y al creador de “Uninstallme” la elaboración de este código; yo no he hecho más que entenderlo, modificarlo un poquito, y ver si funciona. Y funciona. Probadlo, y ya me contaréis.

29/3/09

El alojamiento de las imágenes en “Blogger”

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En la mayoría de los “blogs” dedicados a guiar nuestros pasos y desastres en el código “HTML” y “CSS” de las plantillas de “Blogger”, o bien en los que, como el presente, ofrecen entradas al efecto, podremos encontrar diversos procedimientos para insertar nuestras imágenes tanto en nuestras entradas o “posts” como en la modificación del diseño de la plantilla que hayamos escogido. En mi caso concreto utilicé para tal tarea un servidor externo (Photobucket), y de hecho fue una buena solución, ya que me permitía colocar en mi plantilla imágenes con cualquier tipo de extensión, incluso en movimiento –como los archiconocidos archivos “.gif” animados—.

Hoy utilizo para tal cometido el alojamiento de Picasa, no por la razón generalizada de que los citados servidores externos, y en concreto los de alojamiento gratuito, a veces se colapsan y no transmiten la información adecuada, mostrando nuestra página el no deseado cuadro con en blanco con una molesta aspa en rojo. Hay otro motivo, y de mayor peso. Existen instituciones, organismos, empresas, que limitan los accesos a Internet de sus respectivos empleados modificando los niveles de seguridad hasta niveles que bordan el paroxismo de la locura por la seguridad y la eficiencia en el trabajo. Los servidores de alojamiento externos gratuitos basan sus ingresos en la publicidad, y ahí es donde radica el problema. Al alojar nuestras imágenes en ellos, y al acceder nuestra cuenta (en este caso en “Blogger”) para rescatar y mostrar las mismas, se descargan, simultáneamente, “cookies” de rastreo y publicitarias, que al ser rechazadas por tales mecanismos de seguridad provoca que, al mismo tiempo, no se visualicen nuestras imágenes. ¡Ojo!, estos servidores son muy útiles, y funcionan muy bien, pero observan estos inconvenientes. Si a esto añadimos que tales organizaciones, organismos, empresas, suelen emplear como navegador el más que archiconocido Internet Explorer, el desastre es total. Nuestro “blog” lleno de cuadros con aspas –que me hacen recordar los gigantes de Don Quijote—y además apareciendo donde no tienen que aparecer. Para evitar estos inconvenientes es recomendable subir nuestras imágenes al alojamiento propio de “Blogger”; eso sí, de momento, olvidémonos de los archivos animados.

¿Cómo los subimos? Muy sencillo:

  1. Ingresamos en nuestra cuenta de “Blogger” a travésInsImg 1 de “Blogger in draft”.
  2. Pinchamos en “NUEVA ENTRADA”.
  3. Accedemos a “Redactar”. 
  4. Carga tu imagen en el icono que parece una foto instantánea.InsImg 2
  5. Te saldrá un cuadro de diálogo, donde verás un botón en el que cargar tu imagen. Hazlo, y valida hasta completar el proceso.
  6. Bien, ya tienes tu imagen en el servidor de “Blogger”; ahora hay que ajustar unos parámetros si quieres conservar las dimensiones de la misma, ya que “Blogger” las ajusta por defecto a las de sus plantillas.
  7. Ahora verás tu imagen en pequeño, y unos botones indicanInsImg 3do el tamaño abajo a la izquierda; no les hagas caso, y ve a “Edición de HTML”.
  8. En en esta parte “Blogger” te muestra el código “HTML” que le asigna a tu imagen. Verás que le asigna una etiqueta  “div”, otra “a” y otra “img”; deshazte de la etiqueta “a” si no quieres que tu imagen direccione a su alojamiento en Picasa. Y para que la misma conserve sus dimensiones, cambia el atributo “sXXX” a “s00” (“s y dos ceros seguidos”). Copia la “URL” que verás dentro de la etiqueta “img”; pégala donde quieres que se vea tu imagen, y listo, ya tienes tu imagen en el alojamiento de “Blogger”, y lista para ser utilizada tantas veces como quieras.

Si te fijas, verás que “Blogger” te permite titular a tu imagen; esto lo podrás hacer al principio, durante o al final de todo el proceso. No hace falta guardar, “Blogger” ya lo hace por nosotros automáticamente.

Un último apunte; si vas a editar entradas observarás que se ha creado una nueva; esa es la imagen que acabas de subir (por esa razón siempre es conveniente titularlas). Y si en algún momento decides que esa imagen ya ha cumplido bien su trabajo y es la hora de cambiarla, te aconsejo, en primer lugar, que elimines la entrada en, precisamente, “Editar entradas”; InsImg 5 después, ingresa en Picasa y accede al álbum de tu “blog”, que se llamará igual que el título que le hayas puesto a tu bitácora ciberespacial. Pinchas en la imagen a eliminar, y accederás a esta pantalla:InsImg 6

Escoge “Editar” en el menú, y después “Eliminar esta foto”. Confirmas y asunto arreglado. Es una buena costumbre eliminar aquellas imágenes que no utilizamos; así ahorramos espacio y mantenemos nuestro álbum curioso y aseado.

Espero que este intento de tutorial os haya ayudado en algo. Y ahora, a aprovechar lo que nos queda de este fin de semana aunque el tiempo no acompañe, que aquí, aún siendo la isla de La Palma, hace frío, viento, y se vislumbra un nubarrón que me da la sensación que dentro de poco aligerará peso.

28/3/09

“Una nueva esperanza”

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“A New Hope”, o “Una nueva esperanza”; así es como rezaba el título de la que fue la primera película de la saga “Star Wars”. Todos quedamos impresionados cuando, tras el encabezado en párrafos en fuga hacia el infinito y con fondo soberbio de John Williams, tras una diminuta y desprotegida nave espacial, un majestuoso y terrorífico Destructor Espacial iba detrás de ella en voraz persecución. “Una nueva esperanza”, me dije a mí mismo hace un par de días, cuando descargué en mi ordenador personal la última versión de Internet Explorer. “Una nueva esperanza” que pasó a ser “la venganza de los Microsith”.

Podría decir que prácticamente todo mi periplo por Internet ha estado ligado al navegador de Microsoft. ¿La razón? Pues, tan simple como que el sistema operativo Windows siempre vino con el citado navegador incluido. ¿Cuándo descubrí que había otras naves para escoger? En el mismo instante en que decidí unirme a todos los que mantienen un “blog” en este ancho mar.

¿Por qué unos navegadores interpretan de forma diferente un mismo código, que por otra parte, es el normalizado por la “W3C”?

Hace unos días leí en un blog –desafortunadamente extravié el en enlace y no puedo ahora ofrecéroslo—, que el principal motivo (porque es intencionado) es la competencia. Así, si uno diseña bajo entornos creados por Microsoft, éstos generarán un código que otros navegadores interpretarán inadecuadamente. De la misma manera, si la creación está cimentada en el estándar, Internet Explorer podrá hacer de ella maravillas no deseadas.

En mi corta experiencia “bloguera” podré decir que estos fallos son debidos fundamentalmente a incorrectas interpretaciones de las propiedades “CSS”, y de ciertos archivos gráficos. como los acabados en la extensión “.png”.

Afortunadamente, la nueva versión de Internet Explorer interpreta estos últimos correctamente, si bien sigue dando quebraderos de cabeza con las directivas “CSS”.

Puesto que yo no soy quién para decir a nadie que utilice un navegador u otro, he decidido:

  1. No mostrar ningún mensaje alertando del navegador utilizado.
  2. Intentar, en la medida de lo posible, que este “blog” sea aceptablemente visible, sea cual sea el navegador de turno.

Aún así, os digo que la única forma de ver correctamente este “blog” es, por el momento, usando Mozilla Firefox. No obstante, cuando los ratos libres me lo permitan, iré modificando el código para el gusto de todos –por supuesto, aceptaré de buen grado vuestros consejos para corregir los defectos que encontréis—.

No quiero terminar este “post” sin antes agradecer la ayuda indirecta recibida por “blogs” tan interesantes como El Escaparate de Rosa, Vagabundia, Oloblogger, Gem@ Blog, El balcón de Jaime y Blogger Tips and Tricks. Sin ellos –mis disculpas por los omitidos—, no es que hubiera sido imposible, pero sí más dificultosa mi entrada en este mundo. Prometo, con el tiempo, insertar un “widget” en el que poner vuestros enlaces; algo probablemente innecesario por vuestra fama consolidada en la “blogesfera”, sin duda alguna por vuestro buen hacer, pero sí para mostrar mi agradecimiento de manera distinta y no tan difusa como la de una humilde entrada, como la presente.

Nuevas secciones se irán abriendo, así como creciendo. Buen sábado a todos.

18/3/09

La paciencia es una virtud

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La paciencia es una virtud; mis lectores tienen paciencia (y desde luego la tienen, teniendo en cuenta la frecuencia de mis entradas). Por lo tanto, mis lectores son virtuosos. Amañado silogismo que no pretende nada más que daros las gracias; estoy dando los últimos primeros toques necesarios para dejar el blog agradable para mi forma de ser. Por descontado que, con el tiempo, irá cambiando, y así tiene que ser, pues nada hay en esta vida que sea inmune a la transformación.

Un último apunte –más que apunte, consejo—. No ocultéis la barra de navegación de “Blogger”. Gracias al equipo “bloggeriano” podemos disfrutar de un espacio gratuito y con enormes posibilidades (como algunos pisos cuando vas de “house hunting”) de desarrollar nuestros conocimientos, sentido artístico y buena letra. Reconozco que al principio caí en la tentación, pero con el tiempo –léase transformación—, reconocí el error, y lo subsané. No encuentro mejor forma de apoyar a “Blogger” que dejar bien visible la susodicha, o referida. Un abrazo.

15/3/09

“Al andar se hace camino…”

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Hacía tiempo que no publicaba párrafo alguno, ni siquiera una solitaria y desangelada línea. Motivos tuve, y así permítanme que los utilice como excusa de mi falta.

Este universo, si es que es correcta la nominalización, es un intrincado laberinto que, una vez que entras en él, elimina o difumina tu recuerdo del camino de salida, camino que una vez fue el de entrada –tremenda paradoja—;  Teseo también habría sufrido el “mal del cibernauta”.

Y es que si es usted un inconformista como el que subscribe, no tendrá suficiente con utilizar las magníficas herramientas que Blogger pone a nuestra disposición, para nuestro provecho y disfrute; irá más allá, y pretenderá que lo que está arriba aparezca abajo, y que el centro se difumine en la derecha o en la izquierda. No intente buscar ironía alguna en estas últimas palabras, más bien una metáfora de los sudores que todo aquel editor de “blogs” infectado del virus HTML desprende por su frente y manos, delante de su ordenador, en la soledad de la “red de redes”.

En resumen; que he conseguido –eso espero—el quid del “blog” que tiene ahora usted entre sus teclados. Aún faltan elementos, pero pienso que he dado con la senda o camino adecuados, al igual que el poeta, que sabiamente nos enseñó, que no hay caminos, “sino estelas en la mar”.

Progresivamente iré compartiendo con todos vosotros –ahora sí cambio el registro por aquel de cortesía propio de la “web” semántica—los cambios que he realizado (espero que sean de vuestro agrado) y los que seguro desarrollaré. Gracias por vuestra infinita paciencia. Y un agradecimiento más: quiero corresponder de forma individualizada a Rosa María; hace un excelente e interesante trabajo de divulgación. Visitad su “blog”, merece la pena.

3/3/09

Ortografía de la lengua española: un comienzo

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“TRITUR NUSUCUCA GARVER SIAL URTUTITO RARITRE GULO FUSO LA CARTA ROSA TE TRACE HA HE HI HO HU”

“DIJOLE EN CLASE CON MOFA SAL SEL SIL SOL NENINA NOMAL LLA LLE LLO LLU PRAPREPRIPRO PAR PER POR OL PA POL DE CALCUR”

Este galimatías que acaba de leer, ni es un acertijo basado en los números de Leonardo de Pisa (más conocido como Fibonacci), ni es un fragmento de texto de una variante diacrónica del castellano; es la “chuleta” que nos ayudará a recordar si tal o cual palabra va escrita con la letra “b” o con la “v”.

Recuerdo con cierta nostalgia el día en que tales palabras me fueron mostradas por primera vez. Fue un comandante, en aquel entonces, de la Guardia Civil quien, en una tarde de otoño, y sin mediar palabra, tomó una tiza con su mano derecha, y con firmeza y soltura, escribió, en la vacía pizarra, la letanía que puede que ya conociera usted; en caso contrario, hagamos de este día no un día sino una tarde, tarde de otoño.

Era yo en aquel entonces (redundancia admitida) un aspirante a la Escuela Naval Militar. Y no sé si por fortuna o por la falta de misma que ahora soy Ingeniero Técnico Industrial y Filólogo en lengua inglesa, con un doctorado en curso; creo que mi comandante lamentó, en aquel entonces (anáfora inevitable), que mi condición de aspirante se quedara en, precisamente, aspirante. Sin embargo, intuyo, que si algún día lee estas líneas, al menos esbozará una sonrisa de satisfacción al ver que sus enseñanzas son parte de mi actual existencia.

¿Por qué abrir una categoría dedicada a la ortografía? Porque considero que, más hoy que ayer, es preciso divulgar las normas de ortografía y el buen uso del lenguaje. No acudiré a estructuras asentadas de enseñanza; seguiré la filosofía del título de este “blog”, y seré fiel a un “desastre” organizado y equilibrado, en la medida de lo posible, pues uno también es humano, y como dice la locución latina, errare humanum est.

¿Cómo aplicar la muleta del encabezamiento? Sencillo. El primer párrafo corresponde a la “b”; el segundo, a la “v”. Desmenuce en sílabas los mismos, y tendrá que detrás de las mismas tendrá que venir, bien la “b”, bien la “v”. ¡Ojo!, que hay excepciones. No digamos ahora *sabia (por “savia”) o *tribial.

Recomendación: leer mucho y bien, y acudir, de vez en cuando — más de “de vez” que de “en cuando”—  al magnífico manual de D. Luis Miranda Podadera (en mi poder, la 41ª edición de su “Ortografía práctica de la lengua española”, de Editorial Hernando).

En el próximo “post”, más.

28/2/09

Cómo crear un icono para nuestro “feed”

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Siempre es reconfortante, y motivo de felicidad, el que un amigo te llame, o te escriba. Igual sensación provoca el ver cómo tu “blog” es visitado; no podría comenzar esta entrada de otra manera, y agradecer con amplia sonrisa a mis dos nuevos y “feedelizados” (como filólogo, me apunto la autoría del término) lectores el que lo sean; espero que con el tiempo mi contador crezca, bien geométricamente, o aún mejor, exponencialmente.

Y de los agradecimientos, pasemos al tema en cuestión. Si nos ponemos a buscar, o a navegar (siguiendo a los puristas de la red), entre los miles y miles de “blogs” que pululan por la web, encontraremos que todos buscan, de forma más o menos acertada, la manera de que el lector “de paso” pase a ser uno “de parada y fonda”, fidelizado, o “feedelizado”. La sindicación está de moda. Y como el diseño también lo está, nos vamos a encontrar con otros tantos (no tantos pero casi) iconos destinados a que seamos seguidores a tal o cual bitácora. No es de extrañar, pues la oferta de páginas creadas como almacenes de iconos e imágenes pueblan por doquier. Pero claro, ¿que ocurre cuando, como yo, queremos que nuestro “blog” sea lo más personalizado posible? Una buen camino (de hecho, el mejor) de conseguirlo es empezar con crear nuestro propio icono “feed”. Y a continuación, el cuerpo principal del texto.

Manos a la obra. Bien, la figurita que en su día se dibujó para convertirse en la puerta a un “feed” está formada de otras cuatro, a saber: un cuadrado con las puntas redondeadas en color naranja, un pequeño círculo blanco, y dos rectángulos curvados también de color blanco. Hasta el círculo, todo bien; los problemas comienzan con los dichosos “rectángulos curvados”. “¡Dios santo! ¿Y cómo los pinto?”, es lo que me pregunté cuando me puse a la tarea. “¡Ah, ya está!”, me dije con voz sonora. “No tengo más que pintar un cuarto de círculo, luego, los superpongo, sumo la forma restante, y…”, y después de un intento tras otro no conseguía más que tonterías, una detrás de otra. Estaba bloqueado con conseguir esas tiras curvadas.

“¡Gráficos vectoriales!”; la solución a mis quebraderos de cabeza tendría que ver con los susodichos. Así que, ni corto ni perezoso, me puse de lleno con el grafismo vectorial y ayudado con el programa Inkscape, potente editor de gráficos vectoriales, de código abierto; aún así, el proceso requería tiempo, y mucha paciencia (aclaro para el que la tenga, que aquí está una de las soluciones al embrollo, y el programa lo recomiendo de todas todas).

Pero tenía que encontrar una forma más eficiente, pues efectiva lo era la comentada en el párrafo anterior. Y entre mis búsquedas, topé con un tutorial dedicado a Photoshop, de excelente edición y explicaciones detalladas y claras; eso sí, está en inglés, pero hoy en día, si uno quiere desenvolverse con soltura en la WWW debe, al menos, comprender un texto en el idioma “anglosajónnormandolatino”. Podréis decirme que acabo de acudir a uno de los editores gráficos que precisamente no están al alcance de todos los bolsillos. Cierto. Y si así lo hago es porque precisamente tampoco figura entre mis programas del menú de inicio. El magnífico programa de Adobe es, además, sólo recomendable para aquellos profesionales del sector gráfico. Pero existe una variante, Photoshop Elements, que ya va por la versión 7 (yo trabajo con la anterior, número 6), y que es una excelente opción para todos aquellos que , como yo, queremos óptimos resultados gráficos y a un coste razonable.

Volvamos a los “rectangulitos”. En el tutorial del párrafo anterior se nos enseña a crear nuestro icono y empleando un carácter muy conocido, el del “copyright” (©). La solución es tan simple como ingeniosa. Al estar éste creado como gráfico vectorial lo podemos manipular a nuestro antojo, y si os fijáis, rotando y cortando debidamente, ¿qué obtenemos? ¡Exacto! Nuestros dos famosos “rectángulos circulares”. No os daré más pistas, porque el proceso resulta de lo más aleccionador. Un detalle; tened en cuenta que (al menos con mi versión de Photoshop Elements) para conseguir que la capa de diseño muestre nuestro carácter, antes hay que seleccionar un área con la herramienta de selección. Omito decir (y con esto no pretendo seguir los apostolados de Epiménides) que es necesario un mínimo conocimiento del diseño con capas.

¡Venga, vamos a ver quién consigue el logo más llamativo!; pues originales y creativos los serán todos.

12/2/09

Decorando nuestro blog

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En primer lugar, tengo que expresar mi agradecimiento a todos los “bloggeros” que sin atender al dichoso secuaz del Dios del Tiempo, o en otras palabras, nuestro querido amigo el reloj, pasan (seguro) horas, horas y más horas delante de las pantallas de sus respectivos ordenadores en pos de dar con el truco del almendruco para mejorar las bitácoras que, día tras día, inundan esa maraña que ahora comienza a llamarse “Web 3.0”. Yo, al menos de momento, no me incluyo en esa lista; sí en aquélla constituida por aprendices y novatos de la programación en HTML y en XHTML. Y por infantil que pueda parecer cada uno de mis logros, uno por uno será manifestado en esta sección, que espero que con ayuda del tiempo crezca y crezca, tanto en cantidad como en calidad.

Si ahora mismo estás leyendo estas líneas, en primer lugar, gracias por tu tiempo; y si así es, habrás observado un, permíteme el calificativo, gracioso dibujito que se repite a lo largo de la columna. Decirte que soy el padre de la criatura, y como por aquél entonces este “menda lerenda” que aquí te escribe aún no disponía de tarjeta gráfica (ahora, aunque modesta, sí), me dispuse (cambio la persona) de rotulador negro de punta ni muy fina ni muy gruesa, papel vegetal, y unas buenas dosis de paciencia en un marco de creatividad. Y es que como resulta que disfruto dibujando tiras cómicas (que pronto comenzaré a subir) pues también pasé un buen rato dando a luz a este simpático trazo. Una vez terminado, lo convertí mediante el escáner a un formato que estos cachivaches pudieran entender. El tipo de archivo que me ofreció el mejor resultado fue el .png, tanto por tamaño final como por su, como dicen por estos lares, “peso”.

Ya tenemos el archivo. Ahora, la pregunta de siempre: ¿Cómo (omito la consabida interjección) hacemos ahora para subir el (ahora omito cierto calificativo) archivo de marras? Pues muy simple. Primero, date de alta en un sitio web como Photobucket (hay más dónde escoger, como podrás imaginar; si lo aconsejo no es por publicidad, sino porque es el que utilizo, y francamente, me va bien). Segundo; una vez tenemos nuestro archivo en el servidor de imágenes, copiamos la URL y pegamos la dirección a la que apuntará Blogger donde queramos que nuestro dibujo, imagen, icono aparezca; en mi caso en la línea “background” y después de la definición del color de fondo. Con el atributo “repeat” logramos que aparezca en toda la página, bien en una línea (“repeat-x”) bien en la columna donde ves mi pequeño “Cajón desastre” (“repeat-y”). Y, ¿ves qué fácil?

Un último agradecimiento, vaya, dos; el primero para ti, querido lector, por dedicar tu tiempo en este mi, nuestro blog. Y el segundo para el equipo de Blogger, por desarrollar un entorno en el que nuestra imaginación pueda tener su lugar de expresión, ya sea mediante la palabra, ya sea mediante el diseño.

1/2/09

“Something is rotten in the state of…”

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Me pregunto si Marcelo, en su parlamento con Horacio, hubiese continuado y terminado su ya célebre frase con el término “Denmark”, de ser los tiempos en los que se desarrolla la vida del atormentado Hamlet no esos en los que Shakespeare situó su magistral obra de teatro, sino éstos de hoy en día, en los que la podredumbre es protagonista, y en casos concretos, directora de escena. Continuaría preguntándome, además, si Marcelo cambiaría el adverbio de cantidad “something” por otro de la misma familia, como “all” o “almost all”, para así ajustarse mejor a la realidad de un mundo, a la realidad de un país. Veamos el porqué de las preguntas suscitadas.

Es recomendado por un “Comité de Expertos” que el aborto sea libre y gratuito hasta la decimocuarta semana de embarazo, aunque algunos, por considerarlo un plazo corto, abogan por ampliar el mismo hasta la vigésima semana de embarazo. ¿Quién da más?

Al menos dos candidatos a las elecciones de cierta comunidad autónoma, ambos pertenecientes a respectivos partidos políticos y siendo ambos cabezas de lista de sus respectivas agrupaciones, utilizan como fondo subliminal en sus respectivas campañas electorales la sombra de aquel que acaba de ser elegido como máximo dirigente de uno de los países más influyentes del planeta. ¿Quién se apunta?

Cierta dama va a ser sometida a un lavado de cara en el que cada arruga disimulada llevará la firma bien visible del cirujano jefe, aunque ésta abulte más que la propia estría. ¿Remedio o enfermedad?

Esos que enarbolan la bandera de la democracia como si fueran los únicos que darían la vida por ella apoyan la dictadura que detenta el poder en un país hermano. ¿Quién lo entiende?

Los de antes más otros optan por la barbarie, y se separan de un estado legítimo y de derecho como es el Estado de Israel. ¿Alguna pregunta?

Más de seis años en cautiverio, después heroína internacional, y más tarde… ¿Un baño terapéutico?

Ante tanta podredumbre a Shakespeare no le habría quedado más remedio que cambiar algún que otro diálogo en su maravillosa obra de teatro. “All the world’s a stage.”

26/1/09

Metafísica sobre ruedas públicas… II

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El mensaje, desde luego, no tiene desperdicio. Y mira que no tengo nada contra los autobuses, menos aún contra sus conductores (en general, porque bien es verdad que en este país, y en pleno siglo XXI, aún existen lugares en los que la empresa dedicada al transporte público deja mucho que desear —sin ir más lejos, donde ahora resido, pero este será tema de una nueva reflexión).

En mi antepenúltima entrada dije que el mensaje publicitario en cuestión incitaba a la anarquía; y así es, en cierto modo. Porque imagino que no querrán aquellos que han ideado y plasmado en letreros irreverencia semejante provocar en el vulgo un comportamiento anárquico que se lleve por delante todo lo que se encuentre en su camino. ¡No, por “Dios”! Más bien pretenden controlar las voluntades de muchos, para así satisfacer las necesidades de unos pocos. Provocar una anarquía neuronal en las mentes de esos muchos, e implantar en sus circuitos cerebrales códigos de comportamiento fácilmente reprogramables al antojo de esos pocos. Nuestro cerebro es un maravilloso y potente ordenador, y su lenguaje de programación es la lengua. El “homo sapiens” tiene las herramientas y conocimientos necesarios para escapar de semejante ataque, y defenderse; no así el “homo videns”.

Vivimos en un Estado Democrático, pero la sensación que se percibe es otra muy distinta. La separación de poderes se diluye y transforma para convertirse en una tela de araña visible únicamente para el individuo informado. Las palabras se tergiversan perdiendo su original significado para tomar aquél que conviene a los tejedores. Así, la “tolerancia” se aparta del estado de libertad para asociarse con el estado de la imposición. Soy un aliado de la libertad; ¿cómo ser aliado de la igualdad, cuando ésta no tiene presencia en la naturaleza? He aquí la entelequia (no aristotélica): la igualdad.

Aquellos que dijeron que “probablemente Dios no exista” ni siquiera han demostrado un mínimo de curiosidad por estudiar los avances que la Física Cuántica ha llevado a cabo a lo largo de más de medio siglo. ¿Sabían ustedes, hombres de poca Fe, que los físicos teóricos conjeturan sobre si nuestra existencia descansa en 10 o en 26 dimensiones? ¿Que de esas 10 o 26 dimensiones sólo tenemos conciencia de 3, porque las restantes se encontrarían “enrolladas” y no habrían alcanzado la expansión de las 3 dimensiones conocidas como largo, ancho y alto? ¿Que esta teoría está fundamentada en las tipologías de Kaluza-Klein y Calabi-Yau? ¿Que nuestra realidad física no se reduce a 3 dimensiones, sino que se extiende a 3+1, siendo la adicional el tiempo? ¿Y aún se atreven a decirnos que “probablemente Dios no exista”? ¿Se han tomado la molestia de investigar el significado infinito de la palabra “Dios”? Y por cierto, volviendo a mis palabras de mi antepenúltima entrada, ¿por qué han escogido la palabra “Dios”? ¿Por qué precisamente la palabra “Dios”? ¿Por qué no han utilizado “otra”? ¿Temen alguna represalia, o quizás iría en contra de su llamada “igualdad”? Y mi pregunta final (por el momento): ¿Cuál es la calidad de unas personas que se atreven a declarar la ausencia de Dios (puesto que incitan a la irresponsabilidad y al libertinaje en base a la no existencia) en un autobús? ¡Piensen y reflexionen, por favor!

25/1/09

Investigación gastronómica

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¡Estamos salvados! Por fin líderes en el sector de la investigación y desarrollo. Exportaremos tecnología puntera que revolucionará el mundo. Ya no serán los teléfonos móviles fineses, norteamericanos o surcoreanos los líderes en su sector. A partir de ahora la tecnología “Spanish is different” se hará con el mercado distribuyendo su modelo de telefonía móvil basado en nanopatatas alojadas en substratos de yema de huevo, aceite de oliva virgen y sal. El centro de investigación no asegurará la calidad en la recepción y la emisión de llamadas, pero sí que su sabor será muy parecido al de la tortilla de patatas, además de contribuir con el medio ambiente al ser unidades fabricadas con productos cien por cien reciclables (por favor, no me hagan ser exhaustivo en el proceso de reciclado).

Metafísica sobre ruedas… públicas

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Ignoro si a Aristóteles, también conocido como el Estagirita, en sus veinte años en la Academia platónica, primero como alumno y después como profesor, se le hubiera podido pasar por su brillante cabeza algo así como que qué mejor Liceo que una cuadriga con uno de los mejores tiros enarbolando a todo trapo un enorme pendón en el que poder transmitir al pueblo sus pensamientos.

Siglo XXI, y del Liceo pasamos al… autobús. Sí, este transporte público no sólo nos lleva de un lugar a otro por un módico precio (que de seguir así la presente situación económica cada vez será menos módico), además nos permite ser filósofos por unos escasos segundos, el tiempo necesario para que nuestra visión recoja la información impresa en unos carteles publicitarios convenientemente adosados a los laterales y traseras de estos vehículos destinados al transporte urbano. Una moda que comenzó en Inglaterra y que va tomando forma en varias ciudades españolas.

image He aquí una muestra de la edificante campaña urbano-filosófica que algunas empresas de transportes públicos están incorporando en sus unidades de servicio al ciudadano. ¡Menudo servicio! A continuación, la equivalente anglosajona:

image

“Probablemente Dios no existe”; vaya hombre, resulta que me tienen que decir en autobús que “probablemente” la existencia de un Ser Supremo es una entelequia, y no en el sentido aristotélico (es decir, la entidad que busca un fin intrínseco a sí misma, realizando sus potencialidades), sino en el de cosa irreal. Y como “probablemente” (no indica si la probabilidad está más cercana a cero o a uno) no existe, pues… ¡Viva La Pepa!, y no precisamente La Pepa de 1812, sino La Pepa del botellón, del aquí no pasa nada, del todo es “Jauja” y del libertinaje. Nada hombre, a “disfrutar la vida” que no hay nadie vigilándote. Y mira, ya puestos, pues sigue sin preocuparte y no cumplas con tus obligaciones, no pagues tus impuestos, y desde luego ni se te ocurra pagar en el autobús. Esos carteles, aparte de ser una blasfemia, es que proclaman la anarquía. ¿Nos damos cuenta o no nos damos cuenta?

Se pierde el respeto. Si se pierde el respeto, se pierde todo. Todo aquello por lo que has trabajado y luchado con el sudor de tu frente se va a hacer piragüismo en aguas fecales. Habrá muchas definiciones de libertad, pero no hay otra igual a esa que nos dice que “tu libertad acaba donde comienza la del otro”. Respeto. Respeto. Respeto. Y luego van y hablan de “tolerancia”. Y es curioso que se emplee el término “Dios”. Hay muchas más formas de dirigirse al Ser Supremo, pero claro, decir “Dios” en nuestra cultura occidental implica más cosas, ¿verdad? ¿Por qué está “permitido” burlarse de la deidad en términos occidentales y estigmatizado si lo hacemos usando otro nombre? A lo mejor es porque los que decimos “Dios” y hablamos de “Dios” tenemos muy claro lo que es la religión, las creencias personales y el concepto de Estado, con sus leyes y normas de convivencia. Porque los que decimos “Dios” y hablamos en términos de “Dios” respetamos, porque sabemos qué es el respeto. Respeto a la vida, respeto a la convivencia, respeto al ser.

Ahora que entre mis libros abiertos figura “Por qué dejé de ser de izquierdas”, de Javier Somalo y Mario Noya, Ciudadela Libros (por cierto, excelente publicación que por supuesto recomiendo), me vienen las palabras de Horacio Vázquez-Rial, quien escribiendo sobre la historia de Occidente nos insta a nuestro deber de estar con el Estado de Israel, pues representa los valores y el modelo de nuestra sociedad occidental. Autobuses con semejante propaganda no son el transporte público de una sociedad de valores. Nuestra sociedad tiene valores, los valores de Occidente, los valores de pueblos y Estados hermanos como el de Israel. ¡No tienen derecho a destruir nuestros valores!

24/1/09

Lo recuerdo perfectamente

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Lo recuerdo perfectamente. Fue en Riópar, precioso pueblo de la provincia de Albacete, al sur de la misma, situado concretamente entre las Sierras de Alcaraz y del Segura; desde él se puede acceder a bellos parajes, en los que predomina el intenso color verde del pino nacido en tierras albacetenses, y el milagro de la vida en el nacimiento del Río Mundo.

Lo recuerdo perfectamente. Fue en Riópar, acompañado de mi madre; era en un restaurante, tomábamos el café de la tarde, y de fondo, las noticias en una televisión de pantalla plana.

Lo recuerdo perfectamente. Fue en Riópar, donde fuimos testigos, a través de los medios de comunicación, del inicio del cambio del paradigma; al principio pensé que se trataba de una película o algo por el estilo; mi rostro cambió de expresión cuando escuché la voz de Matías Prats. ¿Un incendio en una de las Torres Gemelas!

Lo recuerdo perfectamente. Fue en Riópar, donde escuché la voz del magnífico comunicador decir que un segundo avión impactaba en la otra torre, a la vez que mis ojos lo confirmaban. ¡Qué espanto! ¡Dios mío, las Torres Gemelas han colapsado! Faltaban palabras para describir semejante desastre y horror.

Lo recuerdo perfectamente. Fue en Riópar, el 11 de septiembre de 2001.

George W. Bush ha sido criticado a lo largo de su mandato por muchos medios de comunicación y partidos políticos; esos mismos medios y partidos políticos lo han celebrado con albricias y alharacas. —¡Se acabó Guantánamo! — gritaban unos—, —¡Se terminó con la prepotencia norteamericana! —gritaban otros—, —¡Estamos muy contentos! —exclamaban “los otros”. Yo recuerdo perfectamente que el 11 de septiembre de 2001 dos aviones comerciales secuestrados y pilotados por manos terroristas impactaron en las Torres Gemelas; muchas personas con nombres y apellidos murieron; muchas cambiaron su vida drásticamente. El 11 de septiembre de 2001 representó también un cambio drástico de nuestro paradigma de vida.

Lo recuerdo perfectamente. Como así lo hago, entiendo, comprendo y apruebo la reacción norteamericana contra el terrorismo. Reacción lógica. Si me atacan, me defiendo. Pero claro, el paradigma cambió en todos los sentidos. No iba a ser diferente aquél que modela el arte de la guerra. Se acabó (sí, también se acabó) las guerras entre ejércitos convencionales, con uniformes que los distinguían unos de otros; ejércitos constituidos por soldados que amaban a sus patrias respectivas; ejércitos que ganaban, otros que perdían; luchas entre ejércitos en las que nunca se cuestionó la “proporcionalidad” entre los contendientes, es más, es necesaria la desigualdad si uno de los adversarios ha de hacerse con la victoria. Ahora el enemigo se vale de aviones comerciales, de suicidas con ropa interior de explosivo que suben a autobuses y entran en centros públicos para llevarse consigo a cuantas más personas mejor, sin importar quiénes están en el momento fatal, de sus propias familias para hacer de ellas escudos humanos que luego llorarán delante de las cámaras y de los medios de comunicación. Es por ello que también entiendo, comprendo y apruebo la reacción del Estado de Israel ante los continuos ataques desde la Franja de Gaza. Es por ello que también I’m a Proud Friend of Israel.

Lo recuerdo perfectamente. Y estoy seguro de que el recién estrenado 44 Presidente de Estados Unidos también. Aun así, habrá que esperar al desarrollo de su gestión. En sus inicios ha firmado el cierre del centro penitenciario de Guantánamo y ha revocado la prohibición conocida como “la política de la Ciudad de México”. Habrá que ver las consecuencias de ambas decisiones. Hay que esperar, dar un margen lógico; ser críticos dentro de un equilibrio; ni demostrar rechazo, ni dar saltos de alegría acompañados de brindis y alabanzas.

Lo recuerdo perfectamente. Unos meses después del terrible atentado, en una entrevista de trabajo, uno de los entrevistadores me preguntó mi parecer sobre aquel fatídico día. Le respondí que aquello suponía el cambio de paradigma. Él se sonrió. Me da la sensación de que hoy no hubiera arqueado su boca hacia arriba.

21/1/09

Planificación y liderazgo

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Los tintineos de las copas de champán han cesado, dando paso al crujir de hojas de papel cambiando constantemente de manos, buscando afanosamente aquellas que aprueben su contenido; regresa el tiempo de trabajar, y comienza para el 44 Presidente de Estados Unidos una dura tarea de 24 horas al día. Como expresé en mi anterior entrada, habrá que esperar acontecimientos; mas reconozcamos que los cimientos son buenos: los valores, la economía, la familia, la patria, el Ser Supremo, la lucha contra el enemigo. Interpretaciones, muchas, con más o menos acierto (permitidme el eufemismo). Entre ellas, la mía: planificación y liderazgo.

Barack H. Obama no pudo haber llegado a ser el 44 Presidente de los Estados Unidos sin planificación ni liderazgo. Dos sustantivos que podrían constituirse en un matrimonio bien avenido. Ambos se necesitan mutuamente para el correcto crecimiento de los mismos.

A lo largo de mi vida profesional he observado la falta generalizada de estos dos elementos sujetos a estudio (breve estudio) en esta presente entrada. Para una correcta planificación hace falta capacidad de análisis, objetividad en la asunción de fallos y aciertos, visión de presente y de futuro con apoyo en el pasado objetivo, saber escuchar y amplitud de miras en la recepción de críticas constructivas; por último, capacidad de procesamiento en equipo de los datos obtenidos. El liderazgo, que muchos lo entenderán como una aptitud, es, entre otras cosas, saber planificar; sólo el buen estratega puede conducir con éxito a sus tropas. Es como si la planificación precediese al liderazgo; así es en cierta medida. Rompe la sucesión el liderazgo nato, carismático, que otorga al receptor la fuerza suficiente para hacer que la cadena funcione.

Es frecuente ver a personas que ocupan cargos de responsabilidad y directivos que carecen de estas cualidades. Se valen del letrero que cuelga en la puerta de su despacho o de su nombramiento concedido con mayor o menor fortuna (volved a admitirme el eufemismo). El accidente de ser director o “jefe de” les hace entrar en un estado hipnótico que les vuelve seres sobrenaturales, por encima de cualquier criatura de la creación. De ahí que al ejercer el mando lo hagan sin reparar en a quién se dirigen y en las tareas que puedan ordenar. Cualquiera que esté por debajo en la cadena de mando es susceptible de ser utilizado a su antojo.

La planificación y el liderazgo son incompatibles con el miedo (v. gr., miedo a reconocer lo ignorado, miedo a la pérdida del cargo, miedo a quedar en evidencia), la negación de la cultura y la envidia. Sólo desde la honestidad y la inteligencia podemos establecer las bases para ser buenos planificadores y buenos líderes.

Desde la planificación y el liderazgo la organización de las empresas y distribución de sus objetivos son tareas fluidas, ya que se identifican con facilidad las aptitudes de las personas que construyen a la compañía. Una correcta asignación de los trabajos provoca actitudes receptivas a los mismos, obteniendo resultados atractivos para la cuenta de resultados y beneficios personales en cada uno de los integrantes de la plantilla.

Fijaos en que he utilizado a propósito la palabra “compañía” para referirme a la empresa, y la forma verbal “construyen” para apuntar al hacer diario de las personas en la misma. No hay empresa sin la convivencia de personas. Pensemos en ello y reflexionemos.

Ahora hagamos todas estas palabras extensivas a ámbitos de aplicación superiores en dimensión. Iremos subiendo en la escala hasta llegar a los Estados. Cuánta diferencia existe entre unos y otros, ¿verdad? La diferencia de la presencia o la ausencia de planificación y liderazgo, ni más ni menos.

20/1/09

In God we trust

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The whole world has stopped to work in the morning, in the afternoon or in the evening; that depends on the time zone you are. Barack Hussein Obama has become the 44th President of the United States of America. Millions of people have witnessed how a man “through had work and sacrifice” has touched the top of the list. We will still have to wait for the new Mr. President to achieve the goals that many countries have claimed for. Is Mr. Obama the response to the global crisis? Is Mr. Obama the answer to Spanish critical period? Has Mr. Obama the potion to avoid the point of no return? We do not know by now; we are due to give him time in order to see whether he is able to cope with this warming situation.

On the other side, his Presidential speech is not made of nonsensical words as other speechs are. Barack H. Obama is conscious of the set of circmstances that the United States undergoes: “[…] our nation is at war, our economy is in turmoil, and the American promise has been threatened once more. […] more americans are out of work and more are working harder for less […] and even more are watching your home values plummet.”

Even taking into account that his promises in order to fix the American economy up are a difficult task, we cannot ignore that his words have solid foundations on the family and moral values; we cannot shut our eyes to his love for his country (“America, we cannot turn back. Not with so much work to be done. […] veterans to care for. […] with an economy to fix […] and farms to save. Not with so many families to protect […]”).

And the most important, we cannot pass over to his pledge “to march into the future” illuminated by “the words of Scripture”, words to be “hold firmly”.

Mr. Barack H. Obama ends his speech this way:

“Thank you, God Bless you, and God Bless the United States of America.”

The same as in Spain, where we need buses to know if God exists or does not. God Bless Spain, anyway.

19/1/09

Tras la calma, la tempestad

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Son las 22.05, lunes, 19 de enero de 2009; el cansancio comienza su turno en mis párpados.

—Un instante más, por favor —digo al Ángel del Sueño.

—De acuerdo, tomaremos un descanso —dijo él, ¡qué iba a decir si no!—. Arcángel del Despertar, sigue con el muchacho, que yo mientras tanto iré a tomarme un café.

Parece ser que me permiten seguir escribiendo, aunque no deja de ser una incongruencia que precisamente el Ángel del Sueño vaya a tomarse un café (será descafeinado, supongo).

La noche, en calma; la mar, quieta. Paz. Extraño. Tanta quietud, frente a tanta ansiedad. Angustia y alivio. El temor ante una situación caótica y descontrolada necesita transformarse en la confianza en lo machaconamente cacareado como la salvación del mundo.

No hay por qué preocuparse. Mañana, sea de día, tarde, o noche, la Salvación entrará en nuestras casas con voz firme, y solemnes palabras. De ahí la calma, de ahí la quietud, de ahí la espera. Tras la calma, la tempestad. ¿No hay por qué preocuparse?

Son las 22.39, lunes, 19 de enero de 2009. El Ángel del Sueño acabó su descanso. Creo que el café, fue café, café.

18/1/09

De puertas para adentro

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Domingo por la mañana; sentado en un banco, dos libros abiertos. Las vistas, inmejorables; el océano Atlántico, algo picado, azul intenso; en el fondo, el Teide nevado. Una pareja de turistas procedentes de la tierra donde nací (cosa que infiero de su habla, peninsular y del centro) disfrutan de su estancia en este su lugar de descanso, la isla de San Miguel de La Palma (más conocida como La Palma), mientras pasean contemplando el horizonte; llegando a mi improvisado estudio de lectura, escucho parte de la conversación que ambos llevan, levemente modificada por el efecto Doppler; el uno se lamentaba por una estructura de prismas de hormigón (vid. imagen, esq. sup. izq.), la otra asentía sin prestar demasiada atención. La ofensa de la estética San Miguel de La Palma fue la causa del enfado. Ofensa de una estética personal, adjudicada a un punto de vista con nombre y apellidos.

La ignorancia, el desconocimiento del porqué llevaron a nuestro desolado amigo a proferir su discurso. Y es que sin la mencionada construcción ni él, ni su compañera de viaje, ni yo, ni ninguno de vosotros podríamos disfrutar de tan bello paraje. El azote del océano es perseverante y demoledor; la paciencia del líquido elemento no tiene parangón.

Enlazan estas palabras con ciertas imágenes, fotografías y noticias que ya son propiedad del vox populi. La base de la crítica no es tanto la estética como el estilo. Estoy convencido de que, al igual que nuestro contrariado amigo, siempre podremos encontrar entre el populi alguna vox que llame desesperadamente a la estética. Yo me uno a los que acuden al estilo. Y es que hay que saber distinguir entre el estilo de puertas adentro y el de puertas afuera.

Mas noticias hay muchas. Dos diarios han caído hoy en mis manos. Uno, nacional; el otro, local; fijo ahora mi atención en este último (“Diario de Avisos”, edición correspondiente al día de hoy). Artículo de Juan Arencibia, que para quienes no le conozcan advierto que sólo por sus líneas ya merece la pena la compra del citado rotativo; título de su columna correspondiente a este domingo 18 de enero de 2009: "«¿Qué firma Coalición [se refiere a Coalición Canaria, partido en el Gobierno de la Comunidad Canaria]?» Si es como dice el señor Arencibia, entonces ya no queda ni estética, ni estilo, ni nada de nada. Háganme caso, y lean y disfruten sus palabras, y después, opinen. Por mi parte: ¡Bravo, señor Arencibia!

17/1/09

El inicio

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Siempre es costosa la puesta en marcha de cualquier actividad, incluso cuando ésta pertenece al género de aquéllas que nos proporcionan satisfacción, ya sea en mayor o menor medida. Si figura entre nuestros empeños mover un objeto en reposo observaremos que la dificultad del hecho es mayor en el inicio, decreciendo ésta según avancemos en el progreso del desplazamiento. La Física nos dirá que el fenómeno es debido a dos causas: la inercia del cuerpo y la fuerza de rozamiento que existe entre el objeto en cuestión y la superficie de deslizamiento. Inercia y rozamiento, dos fuerzas, constantes en su presencia en toda acción, ya sea material o inmaterial.

Podría decir que en este segundo párrafo he logrado vencer la inercia y el rozamiento del reposo; mas somos humanos, no elementos ideales objetos de ser analizados en un estudio teórico. Por ello pido excusas anticipadas a quienes sean tan amables de dedicar algo de su tiempo a la lectura de esta nueva andadura mía en el, ¿podríamos llamarlo así?, universo que es Internet, ya que es posible, si acaso probable, que tanto Doña Inercia como Don Rozamiento vuelvan a ser compañeros de fatiga.

Y dicho esto, quisiera a continuación cimentar este estreno en unas palabras que todas ellas forman un párrafo, extraídas de “Saber escribir”, publicación del Instituto Cervantes, Editorial Aguilar (2006), nacidas de las estilográficas de D. Ángel Cervera Rodríguez y D. Guillermo Hernández García; dicen así:

«Por ello [sobre cuestiones normativas sobre el género], deben evitarse usos que se emplean por corrección política, pero contrarios a la corrección lingüística, que explicitan la diferencia de género: Estas medidas sociales han sido bien acogidas por los extremeños y las extremeñas; y aún peor el uso de la @, que no es un signo lingüístico…»

Así que, queridos amigos, bienvenidos a este mi y vuestro, nuestro, blog, cuaderno de bitácora, diario, depósito de pensamientos materializados o como queráis llamarlo.