4/4/09

El fonema /k/ y sus grafías “k”, “qu” y “c”

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Parece que existe una tendencia a la simplificación; la economía del idioma (aparte de la monetaria) es norma, o más bien, se hace norma, y así nos vemos invadidos por publicidad repleta de extranjerismos y de grafemas extraños –hasta yo mismo dudo en innumerables ocasiones debido a la proliferación de los mismos—.

Lo que ya no es de recibo, y menos aún objeto de disculpa, es el uso indiscriminado de grafías que no se corresponden en absoluto con las normas propias de la ortografía española; véase, por ejemplo, el desplazamiento de la c por la k, o de la suma qu por también esta última, la k, cuando existe la coincidencia fonética. La letra k se convierte así en lema de una revolución de masas que bogan por el analfabetismo y la incultura. “Sed iletrados, y seréis fácilmente manipulables”, dijo la K.

Pero que *koncierto, *quelvin y *keso suenen igual que sus correctas kelvin, queso y concierto, no significa que podamos convertir el desconcierto sonoro en uno gráfico. Así que recordemos que:

  1. Delante de las vocales a, o, u, siempre, siempre, c: cabestro, cabezada.
  2. Delante de las vocales e, i, siempre, siempre qu: querer, quintil.
  3. Final de sílaba o palabra, siempre, siempre c: acción, actitud, coñac.
  4. Si dudamos entre –c—y –cc—recordemos, investiguemos, si en la familia de esa palabra existe alguna con –ct—; si así es, entonces es –cc—, como en: acto > acción, dictar > dicción.
  5. Y nuestra K. Que no es dictadora ni manipuladora, sino una letra más, que escribiremos en palabras de origen extranjero en las que se ha respetado la grafía de origen; la Real Academia de la Lengua Española ya admite que muchas de estas palabras puedan escribirse según nuestras c o qu; así: kilogramo/quilogramo, kilómetro/quilómetro.

La letra k es un elemento más de nuestro sistema lingüístico; no hagamos de él algo que no es. En el concierto está el equilibrio. Y tengamos siempre presente que un sistema desequilibrado puede transmitir su entropía desbocada a otros.