En la mayoría de los “blogs” dedicados a guiar nuestros pasos y desastres en el código “HTML” y “CSS” de las plantillas de “Blogger”, o bien en los que, como el presente, ofrecen entradas al efecto, podremos encontrar diversos procedimientos para insertar nuestras imágenes tanto en nuestras entradas o “posts” como en la modificación del diseño de la plantilla que hayamos escogido. En mi caso concreto utilicé para tal tarea un servidor externo (Photobucket), y de hecho fue una buena solución, ya que me permitía colocar en mi plantilla imágenes con cualquier tipo de extensión, incluso en movimiento –como los archiconocidos archivos “.gif” animados—.
Hoy utilizo para tal cometido el alojamiento de Picasa, no por la razón generalizada de que los citados servidores externos, y en concreto los de alojamiento gratuito, a veces se colapsan y no transmiten la información adecuada, mostrando nuestra página el no deseado cuadro con en blanco con una molesta aspa en rojo. Hay otro motivo, y de mayor peso. Existen instituciones, organismos, empresas, que limitan los accesos a Internet de sus respectivos empleados modificando los niveles de seguridad hasta niveles que bordan el paroxismo de la locura por la seguridad y la eficiencia en el trabajo. Los servidores de alojamiento externos gratuitos basan sus ingresos en la publicidad, y ahí es donde radica el problema. Al alojar nuestras imágenes en ellos, y al acceder nuestra cuenta (en este caso en “Blogger”) para rescatar y mostrar las mismas, se descargan, simultáneamente, “cookies” de rastreo y publicitarias, que al ser rechazadas por tales mecanismos de seguridad provoca que, al mismo tiempo, no se visualicen nuestras imágenes. ¡Ojo!, estos servidores son muy útiles, y funcionan muy bien, pero observan estos inconvenientes. Si a esto añadimos que tales organizaciones, organismos, empresas, suelen emplear como navegador el más que archiconocido Internet Explorer, el desastre es total. Nuestro “blog” lleno de cuadros con aspas –que me hacen recordar los gigantes de Don Quijote—y además apareciendo donde no tienen que aparecer. Para evitar estos inconvenientes es recomendable subir nuestras imágenes al alojamiento propio de “Blogger”; eso sí, de momento, olvidémonos de los archivos animados.
¿Cómo los subimos? Muy sencillo:
- Ingresamos en nuestra cuenta de “Blogger” a través de “Blogger in draft”.
- Pinchamos en “NUEVA ENTRADA”.
- Accedemos a “Redactar”.
- Te saldrá un cuadro de diálogo, donde verás un botón en el que cargar tu imagen. Hazlo, y valida hasta completar el proceso.
- Bien, ya tienes tu imagen en el servidor de “Blogger”; ahora hay que ajustar unos parámetros si quieres conservar las dimensiones de la misma, ya que “Blogger” las ajusta por defecto a las de sus plantillas.
- En en esta parte “Blogger” te muestra el código “HTML” que le asigna a tu imagen. Verás que le asigna una etiqueta “div”, otra “a” y otra “img”; deshazte de la etiqueta “a” si no quieres que tu imagen direccione a su alojamiento en Picasa. Y para que la misma conserve sus dimensiones, cambia el atributo “sXXX” a “s00” (“s y dos ceros seguidos”). Copia la “URL” que verás dentro de la etiqueta “img”; pégala donde quieres que se vea tu imagen, y listo, ya tienes tu imagen en el alojamiento de “Blogger”, y lista para ser utilizada tantas veces como quieras.
Si te fijas, verás que “Blogger” te permite titular a tu imagen; esto lo podrás hacer al principio, durante o al final de todo el proceso. No hace falta guardar, “Blogger” ya lo hace por nosotros automáticamente.
Un último apunte; si vas a editar entradas observarás que se ha creado una nueva; esa es la imagen que acabas de subir (por esa razón siempre es conveniente titularlas). Y si en algún momento decides que esa imagen ya ha cumplido bien su trabajo y es la hora de cambiarla, te aconsejo, en primer lugar, que elimines la entrada en, precisamente, “Editar entradas”; después, ingresa en Picasa y accede al álbum de tu “blog”, que se llamará igual que el título que le hayas puesto a tu bitácora ciberespacial. Pinchas en la imagen a eliminar, y accederás a esta pantalla:
Escoge “Editar” en el menú, y después “Eliminar esta foto”. Confirmas y asunto arreglado. Es una buena costumbre eliminar aquellas imágenes que no utilizamos; así ahorramos espacio y mantenemos nuestro álbum curioso y aseado.
Espero que este intento de tutorial os haya ayudado en algo. Y ahora, a aprovechar lo que nos queda de este fin de semana aunque el tiempo no acompañe, que aquí, aún siendo la isla de La Palma, hace frío, viento, y se vislumbra un nubarrón que me da la sensación que dentro de poco aligerará peso.