17/10/13

Divina Proporción

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Disfruto de unos días de descanso. Días que tuvieron su comienzo, y que tendrán su final. En esta vida, en este plano, los eventos transcurren por ciclos, formando estos una espiral, ascendente o descendente, en principio, continua. Probablemente el paso de la misma esté dominado por un valor que suele identificarse con la letra griega φ (el enlace os mostrará detallada y exhaustiva información).

Es una noche tranquila, excelente temperatura, las estrellas tratando de abrirse paso entre la majestuosidad de una luna en creciente espectáculo.

Un restaurante encantador, encajado con acierto en un entorno casi perfecto. La Divina Proporción, ¿la explicación? Puede que con la luna, puede que con el entorno, puede que con el propio restaurante, incluso. Con el gigantesco plato (de un enorme blanco lunar) con contenido una gota de creatividad culinaria (exquisita, todo hay que decirlo), puede que no. Manías de la creativa estupidez minimalista.

En un universo dual, si existe una divina proporción, habrá de existir otra que sea su contraria. Podremos encontrar su presencia, de la Divina Proporción, en prácticamente cualquier manifestación de la naturaleza, y en un número incalculable de creaciones nacidas de la creatividad (sí, también la minimalista) humana.

Defino, por tanto, la Satánica Proporción, como aquella que atenta contra la armonía en sí misma. Ahora ya sabemos dónde encasillar la no tan creativa estupidez minimalista. Y ejemplos de la primera podremos encontrarlos en un número más incalculable (recordad a Georg Cantor y la hipótesis del continuo) de ingenios humanos no tan ingeniosos.

13/8/13

Perspectivas

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Quienes hemos tenido la fortuna de haber tenido contacto con la escuadra y el cartabón, hoy en día, programas de diseño industrial, de diseño asistido por ordenador, o como queráis denominarlos, sabemos, ¡vaya si sabemos!, lo que son las perspectivas; al menos, cómo proyectarlas.

Trabajar con perspectivas abre la mente a múltiples puntos focales, por no decir infinitos. En otras palabras, acostumbras a tus neuronas a procesar diferentes realidades. Sea una realidad R; si quisiéramos descomponerla en perspectivas, y por eso de estar acostumbrados a pensar en tres dimensiones espaciales, digamos que R = R1+R2+R3. Es decir, hemos expresado R como suma de tres realidades, afectadas por un subíndice que nos recuerda que son parte de un «todo mayor». Las matemáticas me permiten escribir la igualdad anterior, por ejemplo, de esta forma, R1=R-R2-R3. Identifiquemos R2 con la realidad que llamaremos -S, y R3 con la realidad designada como -T. Matemáticamente expresado, R2 ≡ -S y R3 ≡ -T; sustituyendo las equivalencias en la segunda igualdad obtendremos que R1=R+S+T. ¡Vaya, resulta que la realidad que pensábamos parte de una mayor está constituida por el todo más las partes! Es cierto que me he valido de artimañas que fácilmente pueden desmoronarse ante una buena demostración por reducción al absurdo, pero lo importante de este juego de letras y signos es el siguiente: supongamos un tercero que desconoce que R es el todo, y observa que R1=R+S+T. ¿Qué constituirá el todo para nuestro amigo, o cuál será su realidad, R o R1?

Entender y comprender que tanto las realidades como sus perspectivas son innumerables, y probablemente inefables, nos alerta y nos posiciona con ventaja como observadores y participantes, porque somos tanto público como actores. ¿Y a santo de qué viene todo este galimatías? Por el santo de que cada uno participa en R desde su Ri, siendo i cualquier número tomado del conjunto de números reales o complejos. Añadiendo que cada Ri es en verdad su propio R.

12/5/13

Decisiones

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Sea la vida un camino. Ahora, digamos que la vida sea dos caminos. Sigamos con tres. Y así, hasta llegar a «n» caminos. Sea la vida una función de «n», y la representamos con la siguiente notación: v(n). Si conseguimos demostrar que se cumple para «n+1» entonces habremos llegado, por el proceso de inducción, que la vida nos ofrece «n+1» caminos, elecciones, en cada encrucijada, y tras cada una, si la primera proposición es acertada, resultará que encontraremos «p+1» encrucijadas.

En toda decisión hay, fundamentalmente, dos variables, la variable «lógica», y la variable «intuición». Determinar el peso y representación de una y otra en la ecuación es una tarea compleja, y probablemente habría que añadir una constante «k» que modifique la función dependiendo de los parámetros que a todo individuo afectan.

El proceso de toma de decisiones. Cuánto se ha escrito y hablado sobre el mismo. Pero, ¿alguna solución al mismo?

Una vez tomada la elección nos dirán y dirán sobre lo conveniente y no conveniente de la misma. Lógicas abrumadoras que nos perseguirán incesantemente. Intuiciones, solo una, la del elector.

La mente dice, y el corazón siente. Si al decir te acoges, sentirás el frío vacío de la lógica. Si al sentir te subes, sufrirás el acoso de la anterior, pero la Palabra será tu guía.

Lógica e intuición son seres que en armonía pueden coexistir, si ambas respetan su espacio de actuación. Y aquí aparece el operador de la función dada, el operador «Principios».

Y una vez procesada la función, déjala mostrar sus resultados, y vive, dejando atrás los caminos descartados y las encrucijadas pasadas.

24/2/13

Benedicto XVI: con cariño, siempre contigo

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Benedicto XVI_Autor_Álvaro Martínez Sánchez